RESEÑA sobre el Profesor Dr. Guillermo Alfredo TERRERA

Los estudiosos de América y de los centros universitarios y académicos de mayor relevancia del mundo, disponen a partir de ahora, de “El Hombre y la Sociedad”, la obra más adelantada en el campo científico-cultural de nuestro tiempo. Ello ha sido posible merced a excepcionales esfuerzos de Editorial PLUS ULTRA, de tan amplia difusión en el continente americano y la extraordinaria labor del Profesor Guillermo Alfredo TERRERA, uno de nuestros científicos más eminentes.

Difícil resulta sintetizar aquí la multifacética y fructífera personalidad del autor, cuya biografía intelectual requeriría, de nuestra parte, una extensa obra. Durante treinta años dedicó todo su talento a la Sociología, la Antropología Cultural y Social, la Historia y la Política Social.  Ha sido, a la vez, pensador y hombre de acción.  Docente como pocos, con la vocación de los grandes maestros, ha enfervorizado generaciones de alumnos inculcándoles la pasión por el conocimiento.  Investigador inagotable, dedicó su capacidad a observar, describir, recopilar y obtener conclusiones de una inmensa cantidad de problemas y fenómenos del ser humano, la estructura social y la realidad del país.  Carismático, combatiente, político revolucionario, siempre ha luchado desde el llamo, por la causa popular.  Lleno de amor por nuestra tierra y nuestro pueblo, su quehacer y su obra constituyen un ejemplo de sabiduría y virtud.

Publicista extraordinario, entre los títulos más sobresalientes podemos mencionar, en  una primera etapa, Comentario Político Social Argentino (1947), Nacionalismo Social Argentino (1949), Folklore de los Actos Religiosos en la Argentina (1952) y Oración del Hombre Libre (1954). Posteriormente editorial Plus Ultra y el Instituto de Ciencias del Hombre, han publicado la mayor parte de su producción, la que creció de una manera decisiva con La Epopeya Hernandiana y su Poema Universal (1966), Cantos Tradicionales Argentinos (1967), Sociología y Vocabulario del Habla Argentina (1968), Tratado Teórico-Práctico de Sociología (1969), Política Social (1970), Rozas y su obra (1972), Proyecto Completo con  la Nueva Organización Político-Social de la República Argentina (1972), El Proceso Mental en las Armas Primitivas (1972), Antropología Social y Cultural (1973), El Ser Nacional (1974) y Caciques y Capitanejos en la Historia Argentina (1974).  En uno y otro período, además, ha habido sucesivas reediciones de las más destacadas de estas obras.

Conjugando sus diversas vertientes intelectuales, amalgamando sus conocimientos y experiencia en un todo único y coherente, Guillermo Alfredo TERRERA ha culminado en 1975, El Hombre y la Sociedad, su obra fundamental.  Ella se caracteriza, precisamente, por su unidad estructural, por un desarrollo concatenado y lógico en el que todas las piezas se articulan en un mismo planteo.  En cuanto a su extensión y originalidad, está constituida por un Libro Primero, “El Hombre”, de nueve capítulos y un Libro Segundo, “La Sociedad”, en otros nueve capítulos, cuyo contenido encierra toda una nueva problemática expuesta con novedosa terminología.

Esta obra, obedeciendo a un plan científico y expositivo, comienza con el origen y evolución del universo, continúa a través del planeta tierra, con el origen y evolución de la vida, la aparición del hombre dentro de la taxonomía biológica y sus principales rasgos, características y evolución, según los datos científicos, para pasar, sucesivamente, al más actual tratamiento del proceso mental, la bío-energía y la cultura.

Sobre el origen del universo, TERRERA acepta la teoría de los gases en expansión, que al comprimirse originan un movimiento centrífugo, produciendo desprendimientos de cuerpos gaseosos en grandes comprensiones; y que por cambios bruscos de temperatura y de la misma comprensión, dan lugar a la formación de las estrellas.  De esos cuerpos celestes, recién formados -sostiene el autor- se desprenden nubes de partículas de polvo y gas que están unidas por la atracción de la gravedad y van creciendo por la reunión de pequeños cuerpos sólidos que se chocan y capturan entre sí, hasta formar los llamados protoplanetas que continúan girando alrededor de las estrellas, por las leyes de la gravedad y el movimiento.

Este estudioso de las ciencias humanas y sociales luego se detiene en la edad de la Tierra, indicando que en nuestros días, mediante el análisis de la corteza terrestre a través del Uranio, ha quedado establecida en unos 5.000 millones de años.  Datos como éste, por cierto permanecen en constante actualización en razón de los nuevos descubrimientos y el avance de la ciencia y la técnica contemporánea.

El Hombre y la Sociedad se asienta sobre estas bases científicas, naturales y fundamentales, de acuerdo a la concepción de fondo que orienta el pensamiento del Profesor Guillermo Alfredo TERRERA.  Para él, siendo la tierra el habitat  del hombre, la Antropología  no puede desconocer los orígenes y la evolución del universo o incluso debe manejar los informes y metodologías de las ciencias naturales, porque ella misma pertenece tanto a la naturaleza como a la cultura.

Para explicar el origen y evolución de la vida, el pensamiento científico del autor asimila los aportes de la teoría evolucionista.  Señala que las primeras manifestaciones de vida no se producen en la salinidad de los mares primitivos, campo de cultivo de moléculas coloidales.  De la materia inanimada, integrada por elementos del sistema cósmico como el hidrógeno y el carbono, surge a través de millones de años, su conversión en materia orgánica por la acción de ácidos y reacciones físico-químicas, ya que la tierra permanece convulsionada por5 la radiactividad cósmica, los movimientos meteorológicos, las descargas eléctricas, la energía solar y las altas temperaturas volcánicas.

Posteriormente, valiéndose de los avances de la biología, con un afán clasificatorio propio de un LINNEO y teniendo siempre como objetivo fundamental arrojar más luz sobre el enigma del hombre, el profesor TERRERA inicia su descripción y explicación de la evolución de los seres vivientes.  El punto de partida son los pequeños organismos unicelulares que, en millones de años constituyen formas multicelulares y órganos especiales de reproducción, digestión, etc.  Sigue la conformación de los peces, los invertebrados y primeros vertebrados marítimos.  Después, por las inundaciones y sequías del planeta Tierra, algunos peces transforman sus aletas en miembros de locomoción terrestre, surgiendo los anfibios.  A la vez que paralelamente, se da la existencia de arbustos, helechos, plantas acuáticas y terrestres.  Igualmente aparecen los insectos, los reptiles y más tarde las aves, como así también las flores y árboles.  La incesante evolución de las especies y sus adaptaciones, produce la aparición de los mamíferos o mammalia, acompañados de hierbas y frutas.  De los mamíferos, los placentarios, y especialmente los primates antropomorfos que se consolidan hace unos 3.500.000 años, ocupan los primeros lugares en la clasificación de las formas de vida.

Un vertebrado, mamífero, placentario, primate antropoide de la familia hominidia, hace un millón de años, en los comienzos del cuaternario, por el desarrollo, estructura y complejidad neurofisiológica de su cerebro y por la capacidad prensil de sus manos, dejó de ser arborícola para convertirse en terrícola.  Es el proto-homo o Pitecantropus Erectos, que pasa a consolidarse como hombre en los últimos 30.000 años.  Para TERRERA, en síntesis, el hombre representa el proceso más evolucionado de las formas de vida que se inician en las partículas atómicas de la materia inanimada.

Cabe destacar que, a partir del tratamiento de estos temas, a continuación de los textos se incluyen una serie de cuadros sinópticos y diagramas de síntesis expositiva sumamente didácticos, que no hemos encontrado en otros autores contemporáneos.  Ello nos hace pensar en un singular talento, en un genio especial de los argentinos, o mejor de los iberoamericanos, en el que logra aunarse la precisión y minuciosidad de los empíricos con la inspiración sistemática de los más grandes teóricos.

Mas adelante, en esta obra, se sigue la evolución del hombre con igual detenimiento, clasificando y ubicando en el concierto de la Paleo-Antropología, los estudios de los restos fósiles de los hombres primitivos.  Analizando los hallazgos de cada yacimiento de importancia se va desde el hombre de Java, encontrado en capas de unos 520.000 años de antigüedad, hasta el Cro-Magnon, desarrollado entre los 25 y los 10 mil años atrás.

Dentro de la Antropología física se insiste en la unidad genésica de la humanidad, para después referirse a su diferenciación en tres grandes ramas biofísicas, las razas amarilla, negra y blanca que se consolidan hace unos 20.000 años por la adaptación del hombre a los medios ambientes.  Luego se estudian los principales rasgos o caracteres raciales que, no obstante su relatividad, pueden ser establecidos por las constataciones científicas, finalizándose con la distribución geográfica de los grupos étnicos entre el año 1450 y nuestros días.

Sin embargo, hasta aquí hemos llegado sólo a un primer nivel de análisis.  La obra científica que estamos considerando no se queda dentro de las leyes de la evolución biológica.  La escuela de pensamiento histórico-cultural, que encabeza el Profesor Guillermo Alfredo TERRERA, pone de relieve la actividad de la inteligencia.  Por el proceso mental el hombre comienza una transformación biológica determinada por el quehacer cultural, fenómeno propio y exclusivo de la mente humana.  El hombre obedece, pues, a otros factores que son tanto o más importantes que la biología, pues transforma a ésta.  Lo decisivo es que los individuos van acrecentando los objetos histórico-culturales, creados por el proceso mental, mediante la ecuación tiempo, inteligencia y quehacer físico.

Los instintos, sea el de nutrición, reproducción o de defensa-ofensa, se modifican, pasan a ser tendencias instintivas, sentimientos, codificados y controlados por la actividad cerebral.

E hombre procede por una serie de fenómenos cerebrales que el autor clasifica como analogías, comparaciones, asociaciones y deducciones, dando multitud de ejemplos, de columnas correlacionadas y otras ilustraciones gráficas.  Del mismo modo se establecen los parámetros o medidas del avance cultural, tomando como base las armas primitivas. Ahora bien, no debe perderse de vista que simultáneamente con la transformación de su cerebro, el  hombre primitivo cambia su estructura bio-física, la conformación de su calota craneana y de sus mandíbulas, le aparece la laringe con el lenguaje articulado, se dan mutaciones corpóreas en sus brazos y piernas, etc.

De todos modos al Profesor TERRERA le preocupa, principalmente,  el estudio del cerebro, al que enfoca en su base natural, sus centros motores, cisuras, circunvoluciones y actividades.  Habiendo partido de un tema clásico, el evolucionismo materialista, el tratadista arriba a otro de sus temas claves, la bío-energía mental.  Destaca la actividad bío-eléctrica del tejido neuro-muscular, los 2.000  millones de cuerpos celulares de la materia gris y los ritmos bioeléctricos establecidos por científicos de diversos países, así como la transmisión de ácidos y compuestos químicos que se dan en el proceso mental.  Luego viene la explicación de las comprobaciones del halo o aura que irradia la calota craneana del ser humano,  logradas por TERRERA y apreciadas en más de 500 experimentaciones directas por métodos naturales y la realizadas con el empleo de la llamada máquina de Kirlian, que electrografía el fenómeno de la irradiación electromagnética de todos los seres vivos, sean animales o vegetales.

Relacionando específicamente el proceso mental y la cultura, después se retoma la ecuación tiempo-inteligencia-quehacer físico, aludiéndose a la dimensión temporal que requiere el desarrollo de las series mentales por la creación de formas culturales subjetivas, la capacidad mental para resolver problemas y la actividad física, el trabajo manual de fabricación de objetos culturales dirigido y coordinado por el cerebro.  Se trata del proceso mental como  producción neurológica interna y su paso a lo extramental por el lenguaje articulado.  Son las formas culturales o pautas culturológicas, nacida de la experiencia de largas generaciones, cuyo ejemplo es el del hombre primigenius que llega a emplear un palo de leña como garrote, y los procesos culturales, las objetivaciones o creaciones histórico-culturales.  Las que van desde la transformación de un palo quitándole las ramas y hojas dándole forma para usarlo en la defensa-ofensa, o el dominio del fuego, hasta las modernas herramientas, máquinas, códigos, poesía o la cohetería contemporánea.  Ellas constituyen la base para establecer los parámetros o medidas de los períodos culturales a través del tiempo.

La escuela histórico-cultural llega a tener, en éste libro, su necesaria fundamentación, señalándose las carencias que en este sentido, ha atravesado nuestro país en diversos campos del conocimiento.  Denunciando la alienación cultural que ha sufrido el intelectualismo argentino, que marca con firmeza, el afán que ha habido por idolatrar todo lo que venía del extranjero, dándolo sin más por consagrado.  Oponiéndose a una corriente tan negativa y falta de creatividad, el profesor TERRERA ha bregado por forjar un nuevo camino que, como él mismo lo expresa, es de originalidad, de autenticidad en nuestras ideas científicas y culturales, tratando de elaborar un pensamiento argentino, una escuela de las ideas y programática en un área del saber. Determina así una coyuntura en el conocimiento de las Ciencias del Hombre, de contenido teórico y aplicado, bajo una conducción científica adecuada.  Es el fruto de dos ciclos de férrea tarea teórica y práctica, realizada especialmente en 1950-55 y 1959-75, evitando el sectarismo y los embates de la represión.  Así se ha estructurado una escuela de pensamiento racional-materialista, que rescata al hombre y sus obras.  El objetivo es superar las doctrinas del capitalismo liberal y el dogmatismo estatista, constituyendo un movimiento post-darwiniano y post-marxista, culturo lógico y humanista, de acuerdo a los avances científicos y tecnológicos en marcha hacia los años 2.000.

Las tesis y teorías científicas sustentadas por la escuela histórico cultural tienen su correlato en lo que hace a la metodología, el camino o vía, la línea de procedimientos que va de los hechos a las leyes y que sirve para obtener  los objetivos que se prevean.  Es que los investigadores requerían, como se deja constancia en esta obras, un instrumento que resultara apto para trabajar en la realidad de nuestro país y que tuviese la flexibilidad necesaria para adaptarse al estudio y observación, el análisis, las generalizaciones y conclusiones sobre los problemas de distintas áreas de la realidad social.

Planteada, exhaustivamente, la ecuación tiempo-inteligencia-quehacer físico, en la concepción científica conducida por el profesor TERRERA, a continuación  se avanza sobre el conocimiento, mediante una gradación lógica que comienza por las técnicas operativas de la mente o reglas básicas de toda metodología.  Ellas son la adaptación ante la variable realidad y sus diferentes alternativas, la seguridad, certeza o exactitud de los datos recogidos y analizados, la confrontación consistente en evaluar y comparar fenómenos entre sí de modo diverso y la generalización para detectar las múltiples causas que generan los hechos investigados.

En cuanto a las etapas del conocimiento científico, se toma como base primordial la investigación para tener acceso a la información y los datos previos y elementales que deben ser debidamente procesados.  Luego se pasa a los momentos expositivos o procedimientos de comunicación.  Son la publicación, que pone en evidencia la obra realizada y la docencia que enseña, conduce y dirige principalmente a la juventud estudiosa y en definitiva a todo el  pueblo.

Del mismo modo se hace el planteo general del método comparando los hechos sociales, con su capacidad intrínsica de repetirse, ser coactivos o imitativos; los hechos históricos, que son individuales y se dan a través del tiempo por sucesiones constantes,  y los hechos culturales, valorativos y pertenecientes a la creación psíquica del hombre.  También se vincula al hombre con el mundo circundante en sus diferentes aspectos, dentro de la sociedad, se recorre su compleja urdimbre de fenómenos, su cristalización a través del tiempo y sus leyes naturales.  Seguidamente se pasa al estudio de la causa o génesis de todo fenómeno social y sus efectos o consecuencias producidas en la realidad, así como los medios de control de los fenómenos.  Luego se desarrollan los enunciados o condiciones de las investigaciones, consistentes en basarse en la estricta realidad y la fiel descripción de los fenómenos, atenerse a la verdad no ocultando ningún hecho, y alcanzar el máximo de objetividad posible frente a lo emocional, los sentimientos y las ideologías.

Más adelante se señalan los tipos de razonamiento, el análisis que parte de los hechos, la síntesis para lograr la concreción de una serie de datos,  la hipótesis o suposición sobre un fenómeno posible de ser verificada, la tesis o proposición que se mantiene con razonamientos, y la teoría, una generalización de hechos que se admiten sin discusión.  Asimismo se puntualizan las reglas o técnicas para controlar los fenómenos.  Se trata de la extensión o repetición de las experiencias variando los procedimientos utilizados; la variación consistente en cambiar o variar el lugar de la experimentación o la intensidad del experimento, observando las presencias o ausencias, la prueba que actúa sobre la causa para suprimir los efectos; el rechazo de autoridad o no atenerse a la afirmación de otras personas; de la diferencia, controlando el agregado o supresión de factores en dos fenómenos similares y de los testigos o grupo control, al que se aplican medidas distintas a otro grupo humano, para luego comparar y establecer los resultados positivos.

Este primer recorrido metodológico se continúa en el estudio de la base esencial, las alternativas dadas por los métodos de la deducción y de la inducción.

Llegamos así, verdaderamente, al ingreso a la nueva metodología para las Ciencias del Hombre en la Argentina, cuando el talento del Profesor Guillermo Alfredo TERRERA pasa a estructurar y sistematizar los dos grandes planteos de esta metodología.  Uno es el planteo cuantitativo, que a su vez se subdivide en tres operaciones mentales que parten de las bases reales del proceso social: observación, conocimiento y descripción; recopilación, y ordenamiento y clasificación total.  A su vez, el otro planteo que completa tal metodología, es de tipo cualitativo, teniendo como serie de operaciones: deducción, comprobación, comparación y analogías; constantes y variaciones, disparidades, precisiones y tensiones; y por último las causas, efectos, generalizaciones, conclusiones, síntesis, hipótesis y tesis, teorías y leyes.  Posteriormente se indican los factores fundamentales y las proyecciones interdisciplinarias en que se basan la escuela y el método histórico-cultural argentino, para concretar su estructura y funcionamiento, caracterizándose también las técnicas que se emplean en la actualidad en la investigación operativa.  Esta nueva secuencia metodológica culmina en lo más avanzado de la ciencia y la tecnología contemporánea, las proposiciones de la cibernética, sus aplicaciones y el paralelismo o ensamble de la cibernética y los actos condicionados de los objetos electro-magnéticos con la fisiología y neuro-fisiología humana.

Uno de los grandes méritos de la escuela histórico-cultural ha sido, precisamente, haber trabajo en establecer el problema mental y cultural de los parámetros basados en correlaciones, comparaciones, analogías, etc., desde el ángulo de la Antropología, en tanto en las ciencias naturales se han creado los llamados parámetros biológicos que, bajo el control de los cerebros electrónicos, establecen las actividades, sistemas y relaciones funcionales de los seres vivos, aplicándose en los cosmonautas para los viajes espaciales.

El último capítulo metodológico, que cierra la primera parte o Libro Primero de la obra, se inicia con el detalle de las técnicas o procedimientos auxiliares, que proporcionan al investigador la información necesaria para sus trabajos, sean referidos a nuestro tiempo o a épocas históricas.  Son l estadística, el censo, la sociología y sociometría, la encuesta social y personal, la historia vital y la monografía analítica.  En seguida encontramos la clasificación de los métodos culturales que realiza TERRERA, agrupando y explicando los que tienen mayor afinidad con su orientación programática y que representaron, en sus momentos históricos, un avance en los estudios de la Sociología y la Antropología al ocuparse de los problemas de la realidad social.  Se refiere al método histórico-positivo de COMTE, el monográfico de  LE  PLAY, el comparativo de DURKHEIM, las encuestas de BUREAU, el catastro social de BOOTH, el método de la comprensión de WEBER, la medición social de los norteamericanos y el método de los casos aplicado también a EE.UU. para el estudio de ciudades como Middletown, Springfiel, etc.

Finalmente vienen los métodos naturales, aplicados por las ciencias de la naturaleza, aunque también por la Antropología e incluso la Sociología, en gabinetes, laboratorios o en trabajos de campo directos.  Su descripción diagramático abarca los métodos geológicos, estratigráficos de las varvas, la erosión y lavaje, el método dendrocronológico, el de isótopos radiactivos, carbono 14, electromagnético, termodinámico, del flúor, nitrógeno y potasio-argón.  Todos estos métodos, estructurados con los mayores avances de la ciencia y la tecnología de nuestro tiempo, permiten datar el pasado, sea a través de la vida vegetal, la animal o la humana y sus objetos culturales,  con una sorprendente exactitud.  Esta obra incluye los rasgos fundamentales de tales métodos para permitir al estudioso mantenerse actualizado, evitando caer en el atraso o anacronismo cultural y científico.

Pasamos a continuación a la segunda parte de la obra, el Libro Segundo sobre “La Sociedad”, Al respecto el Profesor TERRERA comienza por el estudio de temas claves de la sociedad contemporánea como los fenómenos de la masificación.  Se trata fundamentalmente de la velocidad, el vértigo y la violencia que caracterizan, en la actualidad, nuestro proceso social.  Entre los tipos de violencia se destacan la del desarrollo y subdesarrollo, la demográfica, la comunicacional, la alimentaria, etc.  El autor, con una concepción profundamente crítica, se detiene igualmente en cuestiones como el aumento de la velocidad del cambio, el poderío bélico de las superpotencias y la necesidad de desacelerar el proceso social.  Otras expresiones de la sociedad contemporánea son el descenso de índices culturales, la nivelación social vertical descendente, la comunicación de masas, el cambio y la moda, la despersonalización y la ausencia de civilidad.  En cada caso los datos que se manejan y la ejemplificaciones que se dan provienen de la observación directa y de constantes investigaciones, las que se acompañan de agudas reflexiones que tienen en vista recuperar la personalidad del hombre de nuestro tiempo, respetando la idiosincrasia y los valores culturales de cada pueblo.

En cuanto al aspecto socio-cultural, se exponen los problemas psicofísicos de la distorsión cultural de las relaciones sociales.  Bajo tal denominación TERRERA se ocupa del egoísmo, la ambición, la falta de escrúpulos, la carencia de honradez, la destrucción de la familia y la amistad, la falta de responsabilidad, el desinterés por la cultura, las agresiones y las diferencias sociales de estatus.  Estos problemas son caracterizados como intra-mentales, señalándose que producen el disloque de una vida social natural, siendo la consecuencia de la vorágine de una sociedad desarticulada.

También ha merecido en esta obra un tratamiento independiente la historia social del hombre.  Analiza el autor, según sus propias expresiones, las actividades del ser humano desde los tiempos en que logra erguirse y emplear la capacidad prensil de sus manos bajo la rudimentaria coordinación de sus procesos mentales, hasta los avances de la edad moderna y contemporánea.  Esos fenómenos humanos y sociales son ordenados y estructurados de acuerdo a sus particularidades.  Se estudian los procesos socio-culturales y se detalla, por períodos, el parámetro cultural del transporte y de las comunicaciones.  En lo que hace al cambio mental a través del tiempo, se siguen las transformaciones socio-culturales del hombre tomando como base la organización social, los períodos culturales y la transmisión del saber humano, en columnas paralelas de gran eficacia didáctica.  Cada momento es determinado con el dato preciso y adecuado.  Sin embargo, el autor no se queda en un supuesto desarrollo lineal  y progresivo de toda la humanidad como conjunto unitario, sino que, del mismo modo, realiza un cuadro demostrativo de las sociedades y grupos que han coexistido en los últimos 5.000 años con un desarrollo desigual de sus historias sociales.

Posteriormente el Profesor Guillermo Alfredo TERRERA incluye, en El Hombre y la Sociedad, uno de los temas que más le han preocupado como historiador y defensor revolucionario de los intereses de nuestro país.  Es el ser nacional, tomando desde el primer doblamiento americano, cuando grupos mongoloides provenientes del Asia irrumpen en tierras de nuestro continente por el estrecho de Behring, asentándose como aborígenes hace 17.000 años.  Luego se estudian los sucesivos tipos de sociedad, precolombina, colonial, moderna y contemporánea en sus rasgos étnicos, demográficos, culturales, idiomáticos y de estilo  de vida.  Criticando el sometimiento y coloniaje cultural que hemos padecido por largos años, se llega hasta el inicio de la Revolución cultural argentina, de acuerdo a los lineamientos de la escuela de pensamiento histórico-cultural.

En obra tan amplia y exhaustiva no podía faltar, por cierto, el ángulo de la Antropología social desde la que se analiza, fundamentalmente, los procesos socio-económicos.  Así se estudia la carencia de bienes materiales, que se manifiesta en la pobreza, la miseria y el pauperismo; las formas de vida característica de las actuales sociedades masificadas, en que prima el hacinamiento, la promiscuidad y la alimentación deficiente, los desplazamientos inmigratorios horizontales de todo tipo, que van desde el ámbito rural y la aldea hasta la gran concentración metropolitana; las diversas causas que originan tales desplazamientos de población los múltiples problemas que se producen en las zonas que ocupan, a lo que hay que agregar las terribles enfermedades que flagelan a esos pobladores, tales como la tuberculosis, la lepra, la sífilis, etc.

No acaba aquí, el cuadro de los males sociales del país.  Queda todavía el aspecto de la psico-patología social comenzando por los vicios sexuales que se tipifican en la prostitución, la corrupción y la pornografía, etc.  Al profesor TERRERA, como profundo estudioso y humanista, también le preocupa el grave problema de la toxicomanía en constante aumento sobre todo dentro de la juventud.  De allí que explique sus orígenes y desarrollo, los problemas individuales, familiares y sociales que ocasiona,  los estados, efectos, manifestaciones y consecuencias de la toxicomanía, las causas que la producen, los sectores sociales en que aparece, las edades mas propensas y los casos en que puede haber curación.  Se incluye igualmente, algunas formas populares de toxicomanía como el alcoholismo, el tabaco y la coca; otras formas de intoxicación, los modos de drogarse, las drogas más comunes y las severas sanciones que debe corresponderle al traficante.

Dentro de la temática de tipo sociológico, la Sociedad y el Derecho encuentran, en ésta obra, su respectivo encuadre.  Hay una distinción de los conceptos de comunidad y sociedad, para luego pasarse a la diferenciación de los tipos de conciencia social.  Del mismo modo, con toda amplitud, se actualiza el tratamiento de la Sociología del derecho, la Sociología criminal y las actitudes de latente peligrosidad social, sea la ociosidad, la vagancia, el juego, la conducta desordenada, la mendicidad o el desempleo.

Aproximándose al final de esta obra realmente excepcional, el Profesor Guillermo Alfredo TERRERA se dedica a exponer los orígenes y características de la política social argentina, disciplina de la que ha sido su iniciador en nuestro país.  Fija, asimismo, sus fundamentos y objetivos.  Seguidamente el autor muestra el potencial económico, industrial, productivo y humano de la Argentina.  Después señala las áreas de aplicación y prioridades de la política social, los métodos que emplea y el personal idóneo.

Arribamos así al más grande aporte del pensamiento científico de TERRERA aplicado a la realidad social.  Su concepción, desarrollo y estructuración de la sociedad organizada que reemplazará al Estado.  El denominado proceso de cambio es la autoridad del pueblo a partir de sus organismos de base surgidos del proceso de trabajo, la circulación y la producción.  Su propuesta de Constitución, que consta de una Declaración inicial o prólogo y 126 artículos, prevé los derechos, obligaciones y garantías humanas y sociales, la organización política por Juntas y Consejos, las reformas jurídico-sociales y de la educación, el sistema económico-financiero y la unificación de las fuerzas de seguridad y defensa.

Este Proyecto de TERRERA, concluido a mediados de 1972, fue explicado ante los Equipos Tecnológicos Nacionales del Judicialismo durante varias clases, siendo finalmente aprobado por unanimidad.  Fue también expuesto en Universidades y en distintas concentraciones realizadas en la ciudad de Buenos Aires y en el interior del país.  TERRERA había dado concreción a un largo y empeñoso trabajo, iniciado cuando era estudiante y continuado, como señalamos al comienzo de esta Presentación, durante treinta años de intensa vida intelectual y militante.  Las sucesivas ediciones de su Proyecto se fueron agotando rápidamente.  En el orden internacional despertó un inmediato interés, solicitando el envío de ejemplares los más grandes centros mundiales de la ciencia y la cultura, como la Universidad de Tokio (Japón), el London British Museum y la Universidad de Oxford (Gran Bretaña), la Biblioteca del Congreso de Washington (EE.UU.), la Universidad de Berlín (Alemania), la Sorbona de Paris (Francia), el Parlamento Italiano, el Estado del Vaticano, la Unión Sudafricana, etc.

Editorial PLUS ULTRA, al poner al alcance de los estudiosos una obra tan valiosa y de las dimensiones de El Hombre y la Sociedad incluye, en verdad, la 6ta.edición de la nueva organización político-social para Argentina.  La sociedad del porvenir se consagra así intelectualmente, ampliando su difusión en todos los ámbitos culturales y científicos.

Cabe mencionar, por último, que el Profesor TERRERA cierra esta obra con una reelaboración de las Ciencias del Hombre dando las bases previas de la investigación, un esquema general geo-político, una sociología rural aplicada y señalando las causas que provocan la desorganización social, a la vez que propone estudios especiales para post-grados y una nueva estructuración de las carreras científicas humanistas en una Universidad de Ciencias  del Hombre.

En síntesis, en el Hombre y la Sociedad, una obra de editorial PLUS ULTRA que honra y engrandece a la ciencia argentina, constituyendo un adelanto en el conocimiento universal, el pensamiento de TERRERA se encuentra expresado desde la armonía del cosmos, la integración del planeta Tierra, el nacimiento y evolución de la vida y las transformaciones bío-culturales del hombre, pasando por una profunda crítica de las estructuras de la dominación y la desigualdad social de la sociedad contemporánea, hasta llegar a la sociedad organizada concebida como un proceso permanente de interacciones humanas, regladas por el orden natural y cultural, de la misma manera que en el ordenamiento sincronizado del universo.

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