BASTON de MANDO de los COMECHINGONES

 

Es una pieza lítica construida en negro basalto. El ingeniero alemán y notable arqueólogo, barón Jorge von Hauenschild, en el año 1948 realizó un estudio completo y exhaustivo sobre el Toqui Lítico, en el Instituto de Arqueología, Lingüística y Folklore de la Universidad de Córdoba, (Argentina) y constató una edad de ocho mil años, en esa piedra basáltica de 1,10 metros de largo, con  4 centímetros en su base redondeada y afinado en su extremo superior, con lo cual toma la forma de un cono alargado, y cuyo peso alcanza a los cuatro kilos, siendo su color negro brillante, por ser de roca basáltica, de origen magmático y tiene la apariencia de un metal, produciendo asimismo un sonido de tipo metálico.

También se la designaba con los siguientes nombres:

Bastón de Mando                           Piedra Negra de Basalto
Piedra de la Sabiduría                    Piedra Azul
Lapis Exilis                                     Lanza que habla
Simihuinqui                                   Piedra que Habla
Toqui Lítico                                   Bastón que Habla
Insignia de Poder                          Piedra Sagrada
Piedra Imán                                  Bola de Fuego

En las pruebas de espectrografía a que fue sometido, se detectó un campo electromagnético de singular intensidad, con irradiación intensa por sus dos extremos y también en su zona central.
Esta Piedra Sagrada de la antigüedad americana, otorgaba sabiduría cósmica y protección, a quien la poseyera dentro de las normas herméticas establecidas. También confiere poder espiritual para producir el regeneramiento humano, luego que la humanidad se destruyera por el materialismo, la violencia, el egoísmo y la ambición.

Dicho Toqui Lítico fue teletransportado… fue materializado… a nuestra dimensión dentro de un grupo humano de sacerdotes Comechingones, al frente estaba Vultán, quien mandó a construirlo.
Responde al Principio Absoluto Vida, en su Ley de Manifestación.

vultan

Funciona como un guardián, banco de memoria y consejero, que orienta sobre los caminos de la humanidad. Esa orientación proviene de otras dimensiones habitadas por los  hiperbóreos, sabios atlantes y otros guías espirituales, encargados de la transmisión de misterios profundos sobre la relación del espíritu y la materia.

Nuestro Bastón de Mando también contiene una información completa sobre los orígenes de los pueblos que habitaron las épocas mas remotas del continente americano… y si prestamos atención todos los pueblos indígenas hablan de seres que vienen del espacio… como si fueran sus ancestros y ésta  piedra sagrada vibra en esa franja… en esa dimensión, donde las ciencias de la iniciación están presentes; logrando ver escenas del pasado…de Hiperbórea, de la Atlántida… y también del futuro de la humanidad.

Lo fundamental consiste en que el milenario Bastón de Mando, tiene presencia física y energética y  fue encontrado en las cercanías del cerro Uritorco, en las sierras de Viarava de la provincia de Córdoba, Argentina, por el Maestro Orfelio Ulises Herrera.

El Maestro Orfelio Ulises Herrera, nació en Bolívar, provincia de Buenos Aires, en una antigua estancia de ese lugar, en el año 1887 y muere en el año 1951 a causa de un tétanos que se produce como consecuencia de haberse cortado la yema del índice de su mano izquierda, al sacar punta a un lápiz con el que estaba escribiendo sus poemas inconclusos y sus memorias.  Es una muerte rara e inexplicable, pues la cortadura se la produce dos días antes de su deceso y abandona este mundo con una actitud estática y pétrea que lo endurece a las pocas horas de su inesperada muerte.

Su nombre proviene de la palabra griega Anfión que significa Orfeón, el dios de la música cósmica que según la leyenda, edifica la ciudad de Tebas con el sonido mágico de su Lira. El Orfismo y el Pitagorismo son dos escuelas de base musical y pertenecen a la música de la Lira, instrumento de cuerdas, muy empleado en la antigüedad.
Orfelio es entonces, aquel que lleva la música cósmica, la armonía del espacio infinito, y el de Ulises que es un ser mitológico, es un argonauta, un viajero de la eternidad que trae consigo la música cósmica; Orfelio Ulises el Maestro de Samballah, trae la armonía del saber, en el Bastón de Mando de extrañas resonancias.

A los 26 años viaja a Samballah. Su permanencia allí dura 8 años, durante los cuales se prepara en el más profundo conocimiento hermético metafísico, a la abstracción, la meditación el control y el poder mental y desde  luego a la conducción del pensamiento a través del tiempo y del espacio.  Para el logro de estos fines trascendentales, los maestros enfrentaban a sus aspirantes, iniciados y discípulos, a duras y extenuantes pruebas de capacitación física y mental.

Algunas de estas enseñanzas consistían en ponerlos dentro de una habitación, cuyos muros eran de piedra y de gran espesor que medían cinco metros de largo, por igual ancho y alto.  Estos espaciosos habitáculos, no poseían techo, estaban a cielo abierto y por esa abertura entraba el sol, la lluvia, la escarcha, la nieve o se observaba el infinito universo nocturno.  Tales construcciones de piedra, se encontraban separadas entre sí, por unos mil metros de distancia, siendo imposible escuchar lamentos, llamados o entablar conversaciones entre los que habitaban esos aislados e impenetrables habitáculos.

El estudioso era introducido en esos muros de piedra, mediante una escalera de gruesa caña que luego era retirada desde afuera por una soga, por los maestros o sacerdotes que controlaban la entrada y permanencia de cada persona que se disponía a cumplir voluntariamente con el aislamiento, para lograr su capacitación física y mental...Dentro de esa pieza cuadrangular, los aspirantes, iniciados y discípulos, según la nota musical que ostentaban, recibían alimentos y bebidas, consistentes en pan fresco, queso, miel, cecina o charqui de oveja, frutas secas, té y agua natural.  Esta alimentación les era entregada en horarios discontinuos, mediante una larga caña y una soga de la cual pendían alternativamente los alimentos. Las personas encargadas de la comida, no contestaban las preguntas, ni los auxilios que podían solicitar los estudiosos confinados en esas grandes habitaciones.

Esa rígida costumbre, era una manera de conocer las condiciones superiores o inferiores de los discípulos, los cuales por lógica consecuencia, al poco tiempo, vivían sumidos en el silencio más absoluto y en los estados de trance, éxtasis o misticismo de mayor pureza y efectividad, para lograr viryas o siddhas, sobre los simples e inferiores hombres biológicos o pasus.

Estas condiciones de dureza absoluta, no se podían rever por ninguna causa y quién entraba voluntariamente a esos retiros psicofísicos, podía enloquecer o sufrir cualquier tipo de enfermedad, sin ser auxiliado.  En definitiva, en esos habitáculos, sólo entraban hombres superiores.  La permanencia de los estudiantes en los muros de piedra, se prolongaba desde cuatro o cinco semanas, hasta los seis o siete meses de encierro aceptado, con lo cual lograba un pleno dominio de las fuerzas espirituales y materiales que poseía cada aspirante, iniciado o discípulo.
Dentro de esos muros de piedra, el futuro maestro o sacerdote del rito solar, contaba con un banco de madera con respaldo, varios cueros de oveja para cubrirse o dormir en ellos, dado que los pisos eran naturales.  Las necesidades fisiológicas las realizaba dentro de su habitáculo y soportaba todas las inclemencias del tiempo, según las épocas del año en que le tocaba vivir, teniendo presente que la altura de la meseta donde se levantaban las construcciones, superaba los cuatro mil seiscientos metros sobre el nivel del mar.
El frío, la escarcha y la nieve acompañaban a esos increíbles maestros en casi todos los instantes de su vida, llena de privaciones, de silencio y soledad.  La fuerza mental espiritual y física para meditar y sobrevivir que estos seres cósmicos desarrollaban en esas pruebas, los capacitaba para cualquier hazaña en la tierra de los pasus, de la violencia y del materialismo, donde ellos irían a enseñar las verdades herméticas para que los hombres inferiores transmuten sus mentes para contemplar y vivir en la belleza del espíritu.

Luego es enviado a la Cordillera de los Andes, y en 7 años realiza el viaje de Méjico hasta Santiago de Chile, para conocer toda la Sabiduría que aún queda de los proto-arios ándidos en el espinazo de Armórica.  Recorrido que hizo por la Cordillera de los Andes, en un periplo de varios miles de kilómetros.  En ésta última parte de sus estudios, debió peregrinar  visitando y estudiando las Escuelas Herméticas Metafísicas que todavía quedaban en las montañas inexpugnables del Continente Armoricano.  Esta palabra de origen sánscrito-aborigen, equivale a  armonía, territorio de lo armonioso.  En Méjico solo quedaban dos escuelas metafísicas, de muy pobre iniciación mágica, shamánica y de machis.  Una sola encontró en el Ecuador, donde también enseñaban el manejo de la mente, la momificación y la reducción de calotas craneanas.  Otras dos visitó en el viejo imperio del incario, dedicados a la preparación de brujos y hechiceros, allá denominados como apus, con sus videncias, sus luces del espacio, sus antiguos dioses solares y también telúricos, sus templos derruidos y todo un panorama cada vez más pobre y desalentador, ante la riqueza desbordante de las sectas, manejadas ya en esos años, por el siniestro Poder Universal.  En el Altoperú, solo encontró los restos de una vieja cultura que agonizaba y algunos templos semiderruídos y dioses solares que se elevaban solitarios en los grandes desiertos. En el norte de Chili, perdida entre montañas y arenas interminables, solo encontró una escuela hermética, dedicada a brujos y hechiceros que se pintaban sus caras de rojo, verde y amarillo.  La última escuela, la fue a encontrar en el nor-oeste de Argentum, solo dedicado a las tomas de fuerza, a los mantras, a la música lejana, donde sus hombres no recordaban las enseñanzas primitivas.  En su viaje de siete años, solo encontró ocho escuelas primordiales y ya estando en Chili, penetró a la Argentina y fundó tiempo después, una pequeña escuela metafísica en San Francisco, Pcia. De Córdoba y luego de unos años felices y lisonjeros en esa ciudad del este cordobés, el destino escrito en la Causa de la Vida, lo llevó a Villa Bustos, a la orilla del arroyo del Rosario y cerca de Cosquín, la Nueva Cuzco de los viejos Comechingones.  Desde San francisco, hacía sus peregrinajes a las Sierras de Viarava y Charava, recogiendo material arqueológico y etnográfico, buscando sin descanso, el Bastón de Mando que allá en el lejano Tibet y en el Alto Pamir, le habían ordenado que buscara.

“Por allí camina el maestro en su larga noche,
el que por tantos años en Samballah estudiara
aquel que aprisiona la música del Cielo
en melodías etéreas que solo Parsifal escucha.
El monte guarda en su vientre de piedra dura
Algo que han dejado las antiguas culturas
En la ciudad perdida o en un mágico templo”

El conocimiento hermético es profundo y complejo, cada verdad tiene un largo tiempo para expresarse y muchos caminos para poder encontrarla. Cada palabra, cada frase, tiene distintos senderos, pero siempre por uno de ellos, obtenemos la luz de la verdad en su justa Causa.

El Maestro Orfelio Ulises, con sus mitológicos nombres griegos, estaba encargado de hacer posible el hallazgo de la mitológica piedra, pues poseía los datos de su ubicación, en un lugar solitario de las sierras de Córdoba, en territorio de la República Argentina.

Hallazgo del Bastón de Mando

Sus adoctrinadores de la doble ciudad mágica de Samballah, le habían dado un círculo de doce kilómetros, con centro geográfico en el cerro del Uritorco, para que iniciara la búsqueda de la Piedra de la Sabiduría.  Pacientemente lo hace....y en la década del treinta, al realizar uno de sus viajes de estudio a las sierras de Córdoba, a pocos kilómetros del llamado cerro Uritorco, de pronto se siente como atraído, como llamado desde lo alto de una loma, tal como si una fuerza magnética lo obligara a dirigirse a ese lugar.

Un poyo o silla de piedra granítica, afloraba a escasos centímetros de la superficie de la tierra y, ante la magnitud del hallazgo arqueológico, se dedicó con todo entusiasmo a excavar alrededor del antiguo asiento de piedra, cuyo  respaldo se encontraba quebrado, un poco por encima de los rústicos posa brazos.

Mientras se encontraba dedicado a extraer el sedimento que cubría el banco de piedra pulida, puso al descubierto una hermosa conana, también construida en granito grisáceo.

conana

Los hallazgos líticos acicatearon su afán de trabajo y aunque extenuado por el esfuerzo que estaba realizando, se sentía con fuerzas renovadas para seguir la búsqueda.  Su mente parecía estar poseída por un campo energético que lo obligaba a continuar su penosa excavación en esa loma solitaria, separada del imponente Uritorco por escasos metros de distancia.

Orfelio Ulises sentía con tanta magnitud la presencia de esa fuerza electromagnética allí depositada que erizaba su piel y le daba oleadas de intenso calor a su cuerpo....de pronto, al mover la pala para sacar tierra y cascotes, sintió un ruido metálico que llamó su atención.  Con bastante trabajo consiguió arrodillarse en el suelo y limpió como pudo esa zona, con sus manos nerviosas, palpando un objeto frío y largo que se encontraba bajo sus dedos.
Allí delante suyo, brillaba la tersura pulida del basalto negro que durante miles de años había permanecido oculto en el seno de la tierra y que tantos sabios y metafísicos durante siglos habían buscado infructuosamente.

El Maestro Orfelio Ulises dejó pasar unos minutos luego del tremendo impacto del descubrimiento...ya más tranquilo, tomo el Bastón de Mando, “hallado en una sola pieza” y lo colocó en el borde de la zanja abierta y, en el momento en que lo alzaba, percibió claramente la irradiación de la energía que producía la piedra sagrada, pues le hormiguearon sus manos y algo le golpeaba en el cerebro, como una fuerza que corría por su columna vertebral. Emocionado, asentó su frente en el Toqui Lítico y, embargado por extraños sentimientos, dio las gracias a todos aquellos que hicieron posible su maravilloso hallazgo.
Abrió luego su bolso de lona y tomando la piedra sagrada con sumo cuidado la ubicó verticalmente dentro del mismo.  Hecho esto, comenzó lentamente a descender de la loma, llevando contra su pecho tan incalculable descubrimiento.

Días después, un lugareño, le ayudó a bajar la conana de granito, pero el banco o poyo de piedra quedó en su lugar, semienterrado, pues formaba un bloque, calculado en más de mil quinientos kilos de peso.

orfelio

Orfelio Ulises, en sus poemas inconclusos, nos dice con tierna voz:

“En definitiva todo se pronuncia en uno,
los cuerpos pasan con sus blancas luces
el cerro truena y se conmueve por dentro
y se escuchan las voces, lamentos y pisadas
de multitud de seres que solo se perciben.
En el silencio de los días y las noches
está el mundo de aquellos que vivieron
en las altas montañas y los valles,
fieles testigos del Sol y las estrellas.
Asgard se encuentra lejos de Germania,
Erks en el corazón del triángulo de Fuerzas,
mientras el Santo Grial yace escondido
en el Sagrado Uritorco y el Templo de Piedra.”

La mitológica y hasta poco antes inhallable Piedra de la Sabiduría, quedó a resguardo en la casa del Maestro Orfelio Ulises y en su museo arqueológico fue observada y estudiada por centenares de estudiosos y visitantes.

La Hermandad Blanca y la Escuela Primordial de Ciencia Hermética, cuidaron del Bastón de Mando hasta el mes de septiembre del año 1948, en que pasó a custodia definitiva de Inti Chac Mani quien fue considerado, en razón de sus estudios y de su preparación ético-moral, para poseerlo y trabajar, para que cumpliera su vaticinio de regeneramiento humano, tal como está determinado en los triángulos de fuerza del territorio argentino, así establecido por la antigua sabiduría de los pueblos.

El 26 de septiembre, en una ceremonia del antiguo Rito Solar, con círculos de manos entrelazadas, formando figuras geométricas con el “ocho” del cosmos infinito. . . y ya bien entrada la noche equinoccial de primavera para el hemisferio sur, alumbrado con la enorme hoguera de leña regional que simboliza al Padre Sol de la Vida y de la muerte, llevando cada maestro la antorcha encendida de su propia sabiduría luminosa, le fue entregado el Bastón de Mando, al reencarnado Inti Chac Mani, Que significa: “el hombre que tiene la energía del Sol”… . en un sentido figurado y metafísico.

baston_1
baston_2

Esta piedra de la sabiduría es llamada Simihuinqui por tibetanos y Lapis Exilis o Piedra Lejana por los hiperbóreos.
Quienes más cerca tienen ese conocimiento ancestral del Bastón de Mando son los pobladores meridionales del continente armoricano que involucra a las tierras silenciosas de Argentum… . los Comechingones.

Conclusiones

Quedando en nuestras manos concretar el milenario mensaje humanista, de triunfo del espíritu sobre la corrupción y el materialismo.

Los que tenemos la bienaventuranza de enarbolar la fuerza del Bastón de Mando, estamos preparados para encauzar a los hombres que miran sin ver y a los que oyen sin sentir, para que no queden rezagados en el largo sendero que nos queda por recorrer.

Por ello convocamos a todos los Hijos del Sol, para que todos juntos armados tan solo del Poder Mental, de la Fuerza Cósmica y de nuestro Bastón de Mando de Peregrino, nos encolumnemos al ya próximo e inminente cambio de pensamiento y de sistema, en un amanecer.....que ya entrega sus luces para terminar con el materialismo, la soberbia y la infame oscuridad de las tinieblas, vencida por el Hombre Cósmico de la antigua sentencia, que ya comienza a ser realidad, manifestando: “Que las circunstancias están dadas y los tiempos cumplidos, para iniciar la Gran Llamarada”

El proceso sigue su curso….

Cordialmente
redaccion@portalhombrenuevo.com

 

© 2005 - 2012 www.portalhombrenuevo.com
Los contenidos pueden ser divulgados citando la fuente y en forma gratuita.

Aborígenes
Argentinos

LIBROS

Calendario
EVENTOS

Paseos
Energéticos

HOME